El juego y la vida siempre forman una analogía

“Mi padre solía decirme que la vida era como un juego de dados: fue una de las lecciones que aprendí de niña. La otra era que al levantar una piedra podías encontrar una serpiente de cascabel.”


Según venga el juego es una novela de Joan Didion publicada en 1970 que se encuentra entre los clásicos de la literatura norteamericana. 

La protagonista de la historia es Maria Myeth, una mujer de treinta años nacida en un pueblo que ya no existe. Es actriz, pero no logra trabajar y su marido es un reconocido director de cine que la maltrata. Tienen una pequeña hija internada en un centro médico para chicos con necesidades especiales  y un nuevo embarazo a cuestas. 

La novela va destilando una maldad sutil, a cuentagotas, y se estructura en capítulos muy cortos que funcionan como las múltiples puñaladas que cometen un crimen. Según venga el juego toma vuelo en la acumulación de esos capítulos cortos explorando el lado B de Hollywood en los años setenta. Las drogas, el sexo, la violencia, las aventuras y el fracaso pintan el telón de fondo de esta historia. 

“Fracaso, enfermedad, miedo, se consideraban infecciosos, plagas contagiosas de plantas lustrosas. A Maria le pareció que hasta la recepcionista evitaba mirarla a los ojos, temerosa del contagio.”

Didion no nos da una historia servida sino que nos hace reunir las puñaladas para adivinar el crimen. Es un libro que habla sobre el azar, el propósito y el sentido (si es que existe algo así) de la vida y del juego, que no son sino la misma cosa. 

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