Ese mito barato

Anoche una amiga me preguntó si estaba escribiendo. Le dije que no, que ando con poco tiempo, y en seguida la conversación volvió a su cauce normal: hockey, chicos, estudios, anécdotas de sábado por la noche. Pero hoy me puse a pensar en su pregunta. Quizá un poco porque llueve, quizá un poco porque es domingo y la sociedad pareciera que nos empuja a deprimirnos y ponernos algo introspectivos. No es que ahora sí haya encontrado el tiempo para escribir, de hecho tengo una pila de libros esperándome a mi lado, pero hoy siento la necesidad imperiosa de escribir. O escribirle. No importa si es basura, si es cliché o literariamente mediocre. Hoy quiero escribir para mí. O para él. Qué se yo.

Lo que más bronca me da es que en realidad nunca empezó y entonces nunca terminó. Nunca supe cómo decirle a eso que pasaba porque no era nada. O mejor dicho, era justamente eso, la nada misma. {Hay una canción flotando por algún lado que dice que "amar, a veces, puede ser imaginar algo que nunca estará" y para mí, ahora que el Papa Francisco anda haciendo milagros por el mundo, debería convertir la frase en mandamiento o algo así} Fingía aires de superación que se me volaban al primer vaso de vodka. Siempre fue así el asunto, vos andando feliz por ahí, siempre bien, siempre hermoso. Y yo acá, viéndote pasar. Sí, andando también, pero a la espera de alguna sonrisa de pasada. Si total a mi con una sonrisa me alcanza. Me alcanza para todos los meses en que desapareces y empiezo a pensar que ya está, que ya se me arregló el corazón. Hasta que te vuelvo a cruzar y otra vez se me descalabra un poco el mundo. Porque si te encuentro la paso mal, pero si no te encuentro la paso peor. Y ya no sé que artilugio hacer para que se me pase todo esto, porque hace mucho tiempo que me cansé y no me soporto ni a mi misma. 

Así que que no les vendan ese mito barato de que por cada mala viene una buena. Porque no. Te va a tocar la que te toque, como en la piñata. Y te la vas a bancar, tengas o no con qué.

Yo por suerte tengo con qué.

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