¿Dejamos en algún momento de buscar el amor de nuestras madres?

“Mi madre estaba azul, de un azul pálido mezclado con ceniza, (...) cuando la encontré en su casa esa mañana de enero. Mi madre llevaba varios días muerta.” 


Así empieza “Nada se opone a la noche”, la novela autobiográfica publicada en 2011 que escribió la francesa Delphine De Vigan tras el suicidio de su madre. La obra, que parte de un extenso trabajo de investigación, es una reconstrucción de la vida de Lucile narrada desde el punto de vista de la hija a lo largo de diferentes etapas. El relato va creciendo en intensidad a medida que lo hacen cronológicamente los personajes. La tercera y última parte del libro es desgarradora. 


De Vigan cuenta sin tapujos la bipolaridad de su mamá con una mirada que no juzga ni recurre a golpes bajos y nos pone en la piel de una hija que anhela durante toda su vida el amor inalcanzable de su madre, perdida muchas veces en la lejanía de su enfermedad. La autora desentraña la vida de Lucile en busca de respuestas que le permitan entenderla. 


“Lucile tenía miedo. Miedo del ruido, del silencio, de los coches, miedo de los ladrones de niños, de caerse, de romperse el vestido, de perder algo importante. No sabía cuándo había aparecido el miedo. El miedo siempre había estado allí.”


Lazos familiares, trastornos mentales, y muertes trágicas. “Nada se opone a la noche” es una historia dura contada desde la mirada dulce, optimista y un poco idealizada de una hija que crece viendo a su madre luchar contra sí misma. Es un ensayo acerca de la complejidad de los vínculos familiares y su capacidad de herir y sanar al mismo tiempo. Finalmente, es también una crónica de la vida familiar en Francia durante los años 60 en adelante. 


Me hubiese gustado reclamarle a De Vigan algunas respuestas más claras para un interrogante que sugiere durante todo el libro, pero que no termina de explicar y nos deja con ganas de más. Sin embargo, lo que sí nos concede es la sensación de cerrar el libro y pensar que incluso la más profunda oscuridad es capaz de reflejar un destello de luz. 


“Manon posee hoy esa forma de sabiduría que está por encima de sus propias heridas.”


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