Cuando sea grande quiero acabar como acaba Leila Guerriero

“El mundo era un lugar repleto de cosas que anhelaba con ferocidad, y todas estaban demasiado lejos, eran demasiado inalcanzables. (...)Tenía diecinueve años. El tiempo pasa. Por suerte y menos mal.”




Qué difícil elegir solo una cita que introduzca esta reseña cuando subrayé prácticamente todo el libro. “Teoría de la gravedad” es una selección de las columnas que Leila Guerriero publicó durante cinco años en el diario español El País.

Si hay un libro para quienes además de leer, sueñan con escribir, es éste. Y a la vez, uno se dice “que mejor callar. Que para qué. Que ya está.” porque Leila Guerriero escribe con la grandeza de los genios que construyen una obra maestra y te dejan medio bamboleado.

“Teoría de la gravedad” es un libro que recomienda otros libros, un libro que dan ganas de leer en voz alta, que permite pensarnos a nosotros mismos y que se cierra con el suspiro de las pérdidas dolorosas. Mi clase de libro.

No es una novela. Tampoco son cuentos. Son textos de una belleza incatalogable en los que aún en su fragmentación, es posible leer una historia mayor, una historia universal que no es sino la historia de una vida, de sus fracasos y sus pequeñas victorias. De escribir, del amor cuando duele y del amor cuando cura. De saber perder y saber reconocer un buen día.

“Siempre es difícil ser feliz. Ese día me bastó con saber que, cuando caemos, no estamos solos.”

Guerriero escribe con intensidad poética y brillante brevedad cada oración, cada palabra. Incluso el índice cuenta una historia. Tiene el don de la condensación y la mirada exquisita. Saca belleza del caos que tiene a la vista, sea grande, chico o minúsculo.

Reina de los finales, Leila Guerriero sabe cómo y cuándo cerrar un texto. Empieza acabando y acaba empezando.

Bonus track: maravilloso prólogo de Pedro Mairal .

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