Quiero escribir un cuento de Navidad pero no me sale

Quiero escribir un cuento de Navidad feliz, que hable de amor, de esperanza, de alegría y que se parezca a una publicidad de Coca Cola. Pero a mí diciembre me parece un mes un poco triste y desteñido. 

La Navidad del 2007 fue la primera que recuerdo con la sensación del sosiego que llega después de mucho nadar. Hubo un montón de regalos ese año y todos me gustaron, sobre todo una agenda de Como quieres que te quiera que era rosa pastel y traía stickers para pegar. Ya estaba grande, pero me acuerdo que papá me sacó una foto mientras abría los paquetes como si aún creyera en Papá Noel, aunque un poco todavía creía. Mamá sonreía y me miraba, agachada en el piso, sentada sobre sus rodillas al lado del arbolito en una pose habitual de ella en Navidad. 

Tal vez es cosa de las familias en las que ocurre alguna tragedia: Navidad, más que una publicidad de Coca Cola, me parece algo más parecido a compartir una mesa redonda con gente que se ría y llore y se vuelva a reír. 

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