¿Cómo llegar al cielo?

El camino para llegar a Villa Teo tiene unos diez kilómetros, todos de tierra. Desde la autopista Rosario-Santa Fe, luego de atravesar Rosario, hay que tomar la salida a Barrancas, que no tiene arco de recibimiento ni cartel de bienvenida. Solo el letrero verde con letras blancas fluorescentes que dice BARRANCAS 3 KM y una flecha que apunta hacia el noreste. Luego, el pueblo a la derecha y el camino de tierra a la izquierda. 


Cuando llegábamos de noche me agarraba un miedo que hacía latir mi corazón tan rápido y tan fuerte que parecía haberse mudado a mis oídos. Creo que íbamos todos un poco nerviosos, porque nadie hablaba hasta llegar. Las luces de la camioneta iluminaban el camino. Afuera, la oscuridad absoluta. Solo mirando por esa ventanilla descubrí la inmensidad del cielo. 


Al llegar, otra vez las luces de la camioneta iluminando la casa como cuando en una pijamada alguien se ponía una linterna sobre la pera para contar un cuento de terror. Papá abría la casa y mamá nos acompañaba para entrar. El piso crujía. Bichitos de luz titilaban en la oscuridad de la casa. Alguna vaca mugía. Siempre me impresionó que las vacas mugieran de noche, ¿será su manera de roncar? ¿o de soñar? Mamá nos acostaba y yo trataba de dormirme rápido porque de día todo volvía a la normalidad y mi corazón latía de nuevo en el pecho y no más en mis oídos.


Mi parte favorita de ir al campo era escribir con tizas de colores el piso del patio que rodeaba toda la casa. Las tizas eran tonos pastel, no por paquetería sino por estar guardadas sin uso durante demasiado tiempo. Mamá nos abrigaba hasta los cachetes, después se sentaba a tomar mate al sol junto a papá y nos miraban dibujar. El suelo era de cemento viejo, estaba muy quebrado y desnivelado, así que nos peleabamos por las partes más lisas. Supongo que por ese entonces desarrollé el gusto por la soledad y la resistencia a compartir mis cosas. 


Dibujaba rayuelas solo para llegar a la parte del cielo y concentrarme en las nubes. 


La mañana siempre huele a campo y a infancia. 

 

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