Cosas que

Cosas molestas

Mi vecino.

Mi vecino haciendo ejercicios de crossfit todos los días de ocho a nueve.

Mi vecino escuchando música electrónica.

Mi vecino cogiendo.

Mi vecino moviendo los muebles a toda hora de día y de noche.

La novia de mi vecino.

La calvicie de mi vecino.

Mi vecino pidiendo delivery un martes a las once y media de la noche.

Todos los datos que no quiero saber y sé de mi vecino.

Que mi vecino sea mi vecino.

Mi vecino.


Cosas que dan una sensación cálida

La playa de estacionamiento descubierta de Unicenter antes de Navidad.

El olor a protector solar,

el olor a cloro y a flota flota.

El olor  a pasto,

y el sonido a pasto, que es el sonido de la bordeadora de papá.

El sabor aguachento del licuado de durazno y la sensación de morder hielo al final del vaso.

Las luces de navidad,

los grillos, las reposeras y el Off.

Todo lo visto en retrospectiva.

Toda la vida anterior a ser adulto es como estar en verano.


Cosas que alguna vez soñé 

Que se me hundían los dientes.

Que llegaba tarde a tomar un micro a Villa Carlos Paz.

Que perdía el anillo de mi abuela en el mar de México.

Que salía a correr en Mar del Plata y me olvidaba el tapabocas.

Que llegaba tarde a trabajar y tenía miedo de que me echaran.

Que un payaso me secuestraba en Showcenter, cuando todavía existía Showcenter.

Que alguien se hacía pasar por mi mamá para secuestrarme, pero yo me daba cuenta de que no era mi mamá. 

Que le curaba los puntos a Fede mientras me decía “te necesito, pero no sólo por los puntos”.

Que me ganaba un pasaje a Turquía y no entendía por qué. 

Que iba manejando por la Illia, pero no doblaba en la curva, entonces me caía sobre el Barrio 31. Pensaba que me iba a morir, pero no lo hacía. Siempre me dio miedo caerme de la Illia.


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