La Señora Girasol II

Some of the birds are blue, dijo la Señora Girasol hablándole a una pantalla. La voz salió por su ventana y se escuchó muy clara desde mi balcón. Me quedé pensando, confundida, recalculando como el GPS cuando se queda sin señal. Para mi, la Señora Girasol enseñaba literatura, o filosofía, pero no inglés. Eran las cinco de la tarde y estaba por llover. Cuando  está por llover la cuadra se vuelve una caja de resonancia en la que los sonidos y las distancias se distorsionan como si usaran un filtro de Instagram. A las cinco y diez empezó a llover. La Señora Girasol se levantó para cerrar la ventana y abrir mejor las cortinas. Creo que además del sol, busca la lluvia para crecer.


Cerca de las seis llegó su ex marido, que también es su amigo y también es su vecino. Llevó medialunas para tomar mate juntos cuando terminara la clase de inglés. Mientras esperan que la pava silbadora chifle, creo que los dos piensan en llamar a su hijo, saber en qué anda, si necesita algo, pero ninguno de los dos sabe muy bien cómo conversar con él. Imagino que debe sentirse como cuando un lavarropas se rompe y el técnico dice que el repuesto es difícil de conseguir. El Señor Girasol se pone los anteojos y aleja un poco el celular mientras le pregunta a Google dónde conseguir repuestos viejos. Afuera deja de llover. 


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