¿Qué pasa cuando los trapitos se lavan en casa?

“Me había acostumbrado a mostrar mi cicatriz familiar casi como carta de presentación. No podía callar ni la cicatriz ni la historia que se escondía detrás de esa marca. La muerte de Ana forma parte, irremediablemente, de lo que yo soy. De lo que somos.”



Ana Sardá es la menor de tres hermanas de una familia clase media, conservadora y católica del barrio de Adrogué. El cadáver de Ana apareció descuartizado y quemado en un terreno baldío de la zona hace treinta años. La investigación fue cerrada rápidamente y nunca se supo qué fue lo que le sucedió a Ana. 


La novela se construye a partir de los testimonios de seis personajes que cuentan lo sucedido desde su punto de vista: Lía, Mateo, Marcela, Elmer, Julián y Carmen. 


“Creo que cada uno de nosotros llega a la verdad que cada uno puede tolerar. Es un límite que pone nuestro propio instinto de conservación”. 


Claudia Piñeiro se ha convertido en una experta en contar historias familiares que ocurren en el seno de sectores sociales tradicionales y oscuros, dejándonos observar qué puede pasar cuando los trapitos se lavan en casa. En “Catedrales”, publicada en 2020, la autora desentraña brillantemente las hipocresías y los secretos ocultos tras el pesado telón del catolicismo. En un momento clave para Argentina, “Catedrales” pone sobre la mesa la cuestión del aborto de manera real y contundente.


A pesar de no ser un libro de esos que se leen con lápiz en mano para subrayar pasajes poéticos en cada página, encontré frases y descripciones que me conmovieron y me pusieron la piel de gallina. La riqueza de la novela está entonces en la trama, que es entretenida, cruda e impactante. Las citas al comienzo de cada capítulo son un recurso que me encanta y en “Catedrales” están muy bien elegidas. 


Si bien hacia la mitad del libro sentí que sospechaba demasiado pronto cómo podía resolverse la historia, me sorprendí con un final tajante  y demoledor. Piñeiro nos regala una historia atrapante y actual con una profunda crítica social, lo que, al menos para mi, es siempre bueno. “Catedrales” hurga en los dobleces de la religión, exponiendo no solo los secretos que muchas veces oculta, sino también los peligros que puede acarrear.


“Quisiera, cuando terminen mis días en la Tierra, sorprenderme con que sí hay algo más. Un lugar creado por el dios que sea, de la religión que sea. O por nosotros. Un lugar donde encontrarnos otra vez y para siempre. Puede ser el aire, o el agua, un atardecer o el corazón de los que quedan vivos. Que a ese “dios”, o como quieran llamarlo, cada uno le construya su propia catedral.” 


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