"Vidas pasadas", elogio a la pérdida
¿Hay algo más liberador que decir “te extrañé”, con la liviandad que conlleva el verbo conjugado en pasado, con el alivio de la presencia curando la ausencia? Vidas Pasadas no ganó nada en los últimos premios Oscar. No era la favorita de casi nadie. Salvo la mía. A mi Vidas Pasadas me tocó una fibra especial. Y en el fondo, está bien que no ganara. No es una película hecha para ganar. En Vidas Pasadas nadie gana, es todo pérdida. Un verdadero ejercicio psicoanalítico. ¿De qué va? Hae Sung y Nae Young se conocen a los 12 años en una escuela primaria de Seúl y se vuelven ¿mejores amigos? Digo mejores amigos entre signos de interrogación porque en realidad se trata de una amistad con germen de romance, aunque tal vez todo romance es también una amistad, a los 12 o a los 80 años. Hae Sung y Nae Young van y vuelven de la escuela caminando juntos, se toman de la mano, se ríen. Esa es su rutina, su mundo. Hasta que un día la familia de Nora decide emigrar a Canadá. “Cuando se deja algo at